En el “Camino del Diablo” la muerte le irá a buscar, hay hombres que cazan hombres sin tierra ni libertad. Doscientas cincuenta millas, serpientes de cascabel, polvo, añoranza y desvelo, ay de mí, qué ha de ser. ‘Yo solo quiero seguir hasta que no pueda más, si caminar ya no puedo, mejor desaparecer.’
En el “Camino del Diablo” necesitará la fe, más le valdrían las armas y dinero para correr a comprar un puesto en la fila del pobre sin pedigrí, si la nación no le ampara, por qué ha de serle fiel, si dejan que se desangre como un perro en El Sahel.
Desde Tijuana a San Diego, de Juarez y El Paso también, caminan los clandestinos desde el siglo dieciseís.
Ustedes dirán porqué, yo no lo debo de explicar, yo solo soy un cantante al que no dejan cantar.